El uso previo que tuvo este piso situado en el corazón de Granada, fue de oficinas para médicos. La intervención que se acometió, no modificaba particiones, adaptando despachos a antiguos dormitorios, y usando el estar como sala de reuniones. Las instalaciones tanto eléctricas como de climatización, colocadas superficialmente, generaban un caos visual tanto en el interior de lo que eran oficinas como en el patio, denostado a sala de instalaciones, plagado de unidades exteriores de «splits».

La vuelta al uso de vivienda original, no solo enmienda esta última actuación, sino que va más allá y deja ver la estructura mixta de pilares de hormigón y muros de carga de fábrica cerámica. La geometría de los nuevos espacios va de la mano con la estructura descubierta.

Las necesidades programáticas y de privacidad, se resuelven introduciendo dos cajas;

1-  La cocina de madera como objeto queda abierta al estar y deja una entrada de luz desde el patio. Al mismo tiempo genera un espacio de recogida en la entrada de la vivienda.

2- EL baño del dormitorio principal es la segunda caja, cuyas divisiones horizontales respetan la altura de la viga descolgada, facilitando la iluminación indirecta. Las divisiones verticales son con chapa de hierro tratada con hidrofugante transparente, para en la anchura del habitáculo, poder crear los cuatro diferentes espacios.

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