Casa Buhardilla

Ubicación en la ciudad

La vivienda se ubica en la última planta de un edificio situado en el barrio de San Ildefonso, antiguamente perteneciente al Albaicín. En esta zona predominan los edificios de viviendas de 3 Ó 4 alturas con cubierta inclinada de teja cerámica a dos aguas.

¿Y ahora, qué?

En la fase de demolición, se descubre un volumen muy interesante, que hace que mantener la sensación espacial que genera, sea el punto de partida. El siguiente paso es la puesta en valor de cada uno de los elementos que componen el espacio; -Cubierta. Por problemas de filtraciones, fue restaurada 5 años antes de la intervención. Afortunadamente, se conservó la estructura de madera y la tablazón. Se desmontó la capa de tejas para impermeabilizar, volviendo a colocarlas una vez hechas las reparaciones. Interiormente, se elimina el falso techo de cañizo, consiguiendo que el volumen de la vivienda se amplíe hasta los faldones de la cubierta. -Cerramientos y pilares. Se recupera la materialidad de los pilares, eliminando las capas de revestimiento que los cubren. Los cerramientos carecen de interés en cuanto a materialidad, por lo que pasan a ser objeto de reflexión. -Solería. De igual forma, la solería existente no presentaba valores a mantener, dado su deterioro y fragmentación, por lo que se decide colocar una nueva pavimentación que dé unidad a toda la vivienda.

Pastillas del sueño

Se convierte en necesidad la visión global del conjunto, evitando la fragmentación en habitaciones, al uso, e introduciendo los nuevos habitáculos de una forma sutil, sin que interfieran en la envolvente de la volumetría. Nacen así las “pastillas del sueño”. Constan de almacenamiento en la parte inferior y cama en la superior. Su geometría sencilla se inserta en el volumen preexistente, sin tocar la cubierta, creando, junto con la pastilla del baño, los únicos volúmenes construidos dentro de la envolvente. Sobre las pastillas del sueño se coloca un forjado aligerado que cubrirá la pastilla y una zona contigua a ella. Las divisiones verticales se solucionan con carpinterías móviles y plegables, cuyas dimensiones coinciden con el módulo de las pastillas del sueño, permitiendo modificar el espacio interior de toda la vivienda según las necesidades de cada momento. En su posición cerrada crean “cajas”, que serán las habitaciones, formadas por el núcleo de la cama y su espacio contiguo donde se situará el mobiliario propio de cada habitación. En su posición abierta, cerrarán las pastillas del sueño y dejarán el resto de la estancia abierto a la vivienda, formando parte de la zona común.

¡Más madera! Digo… ¡Cerámica!

En cuanto a la materialidad del proyecto, los nuevos elementos se insertan en el espacio con la intención de generar unidad, y con la premisa de NO REVESTIR. Esta idea nace de poner en crisis el uso de los materiales que se hace de manera sistemática en una obra. Al mismo tiempo, el planteamiento inicial reflexiona acerca de otra gran premisa: CONSEGUIR QUE SEA ECONÓMICO. ¿Una partición interior tiene que ser de ladrillo hueco revestido de yeso y pintado? ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de generar un falso techo? ¿Es mejor cambiar la carpintería antigua de madera? -¿Yeso? -No! La conclusión fue la puesta en valor de los elementos preexistentes, y la elección de materiales que en sí mismos fuesen la terminación. Los cerramientos en todo el perímetro daban la oportunidad de intervenir en ellos. Se crea una segunda piel adosada a la existente, que a su vez resuelve la materialidad de los nuevos volúmenes que se insertan, formando las “pastillas del sueño” y proporciona posibilidades de almacenamiento. De igual manera, se decide actuar en el pavimento, con el mismo material de la envolvente vertical, “plegando” los paños cerámicos en su encuentro con el plano horizontal. Gracias a una planimetría detallada y a una colocación precisa de las piezas cerámicas se consigue continuidad del material en forma y en despiece. Fue necesario colocar armaduras en los paños verticales ancladas al cerramiento para ganar consistencia.

Habitar el espacio transformándolo

Tanto en el estar como en cada una de las habitaciones, hay una mesa de iguales dimensiones. En función de las necesidades, el mobiliario da la posibilidad de unirse o separarse para resolver cada casuística. Cada uno de los elementos que conforman la vivienda juega su papel en los posibles usos que se pueden generar. Sin duda los más importantes a la hora de dar versatilidad son las carpinterías móviles, que convierten lo que era un dormitorio, en parte del salón o la ampliación del comedor, y viceversa. La posibilidad de transformar el espacio según las necesidades del momento hace que habitar la vivienda se convierta en una experiencia diferente a lo común. Plegando las carpinterías, se generan espacios que satisfacen cualquier necesidad tanto de situación social (parejas, familia con hijos, estudiantes, etc.), como necesidades temporales propias de núcleos sociales: una reunión de amigos, una tarde de trabajo en grupo o una cena navideña.

LAH arquitectura

Fotografía: Javier Orive