Trata de una vivienda situada en la planta ático donde los límites edificados quedan en entredicho. Es la clásica vivienda que se queda el constructor del bloque, que se adueña de gran parte de las zonas comunitarias, y a la hora de intervenir con la compra de los nuevos propietarios ya hecha, surgen problemas de que han comprado y hasta dónde podemos llegar con la intervención.

Es un antiguo barrio militar cerca del centro de Málaga, donde las viviendas sitas en últimas plantas han pasado a ser un popurrí de actuaciones.

Lo que pudo ser

En el momento que alguien acude a un arquitecto para la reforma de su casa, hay mucho usuarios de a pie, que confunden a los distintos agentes que existe alrededor de la obra. Y es un fallo muy común confundir a una constructora con un arquitecto.

«Queremos derribar los tabiques que unen la entrada con la cocina y el salón, ¿Cuánto cuesta eso?»

En nuestro afán de generar un proyecto con algún interés más que unos nuevos revestimientos y una cocina americana, nos pusimos a trabajar en este proyecto.

La caja

La intervención gira alrededor de una caja equidistante al patio central, el cual acristalamos, para que aunque se generen cuatro distintos espacios, pueda existir la posibilidad de entender el volumen completo.

En su interior se albergan tanto núcleos húmedos (tres baños y cocina), como almacenamiento (armarios empotrados para entrada y dormitorios), como umbrales de transición entre el espacio central y el resto de la vivienda.

En las cuatro esquinas exteriores de la caja se sitúan los cuatro dormitorios, separados entre ellos por patios abiertos a su vez al espacio central. Construibles por etapas según la demanda familiar.

Este es uno de esos proyectos que se ha quedado en el cajón por este tipo de  malos entendidos, pero que aun así queremos enseñaros.

LAH arquitectura