El proyecto, de menos de 30 m2 de superficie útil, se enfrentaba a la complejidad de encajar un programa amplio de cafetería en una superficie tan reducida. La obra arquitectónica buscaba de forma natural un fondo de mampostería y ladrillo visto de la edificación preexistente, con la intención de convertirlos en la identidad espacial y paisaje del emplazamiento.
Debido a que los clientes adoran la música reggae (uno de ellos músico reggae y dj) y su espíritu libre, la música jamaicana de caravana y amor por la naturaleza, todo ello unido a la pasión por el mundo del café y la ecología, nos hace materializar estos conceptos a través de la arquitectura.
Para dar solución al diverso programa se proponen dos cajas de OSB (aglomerado de viruta de madera reciclada y económica) para aglutinar los diferentes usos y espacios de almacenaje, y a su vez para simplificar el espacio y organizar el volumen de manera sencilla. El resultado es un diálogo entre materialidad ecológica y programa compacto en un pequeño paisaje de mampostería, que han dado lugar a una continuidad entre la atmósfera del espacio y la identidad de los que la habitan.